Novedades y artículos

Cantos de vida y esperanza
Carina Elián Meirás 15/6/2001


Rubén Darío era un viajero y algunos críticos muestran cómo esos viajes marcaron su literatura. Dario emigró de Nicaragua y vivió primero en Santiago de Chile. Luego se instaló en Argentina. En ese momento las urbes latinoamericanas más desarrolladas eran la Ciudad de México, Río de Janeiro y Buenos Aires; el resto eran ciudades muy pequeñas. Podemos imaginar a Dario deslumbrado por un Buenos Aires de fines de ciclo que comenzaba su proceso de modernización. Este sentimiento de admiración aparece en las palabras liminares de Prosas Profanas: "Buenos Aires: Cosmópolis. ¡Y mañana", las que en esta época de crisis económica y cultural, no podemos leer sin cierta nostalgia.

Lo cierto es que esa modernización se traducía de un modo particular en la literatura. Dice Ángel Rama en su ensayo "La modernización literaria latinoamericana"(1) sobre este proceso: "Varias razones sustentan esta definición: la conquista de la especialización literaria y artística, por el momento sólo atisbo de la futura profesionalización, que promovió el desarrollo social, propiciando por esta vía el ascenso de integrantes de los estratos inferiores en un primer boceto de integración nacional; la edificación concomitante de un público culto, moldeado por la educación y el avance de pautas culturales urbanas, gracias al fuerte crecimiento de las ciudades...". En Buenos Aires, había un público culto que leía los textos de Darío (y también de Martí ) en los periódicos más grandes, como La Nación.

Darío, que se consideraba a sí mismo fundador del Modernismo, da las primeras definiciones sobre él en un artículo de La Nación sobre Leopoldo Lugones (2). Allí habla de una "corriente cerebral que hoy une en todo el mundo a señalados grupos que forman el culto y la vida de un arte cosmopolita y universal". Se puede pensar que la frase "de todo el mundo" indica las influencias francesas que tuvo el Modernismo, sobre todo del Parnaso y el Simbolismo (3). Las lecturas francesas de los modernistas implicaron también una distancia con España, cuyos escritores postrománticos no produjeron muchas novedades. Al respecto dice Octavio Paz: "Los hispanoamericanos comprendieron que nada personal podía decirse en un lenguaje que había perdido el secreto de la metamorfosis y la sorpresa". (4) Pero, con esas influencias el modernismo constituyó un movimiento latinoamericano que tenía exponentes en varios países, que de alguna manera es fundador de la literatura latinoamericana y que influyó también es España. En este sentido, Angel Rama señala en el artículo ya citado: "Debe reconocerse a los escritores de la modernización el rango de fundadores de la autonomía literaria latinoamericana". (5)

Cantos de Vida y Esperanza es un libro de madurez de Ruben Darío. A diferencia de Prosas Profanas, que trabaja sin cuestionarlos todos los temas de la literatura modernista (el cisne, citas constantes de personajes de la mitología, la aristocracia) aquí aparece una reflexión del escritor, una relectura de estos tópicos. Mientras en las Palabras liminares de Prosas Profanas afirmaba: "...he aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer..." en Cantos de vida y esperanza, la voz poética dice en el poema Canción de otoño en primavera:

 

(...)
En vano busqué a la princesa
 que estaba triste de esperar.
 La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!

 

Estas palabras liminares nos remiten también a la distancia que Ruben Dario tenía de la política. No era un tema que le pareciera adecuado para ingresar en la poesía. Sin embargo, en el prefacio de Cantos de vida y Esperanza dice: "Si en estos cantos hay política, es porque aparece universa". En este sentido, la crítica a Estados Unidos en este libro nos hace pensar en José Martí, a quien Darío admiraba. En el poema A Roosevelt dice la voz poética:

 

(...)
eres los Estados Unidos
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena
que aún reza a Jesuscristo y aún habla en español.

 

Por otra parte, mientras en Prosas Profanas estaban muy presente la literatura francesa (hay incluso un poema llamado Verlaine), aquí hay una especie de reconciliación con España. Si bien el prefacio se refiere a España como "el país en donde la expresión poética está anquilosada", en el poema "Cyrano en España", la voz poética afirma:

 

(...)
¿No es en España, acaso, la sangre el vino y el fuego?
Al gran gascón saluda y abraza el gran manchego
¿No se hacen en España los más bellos castillos?
Roxanas encarnaron con rosas los Murillos,
y la hoja toledana que aquí Quevedo empuña.

 

Cantos de Vida y Esperanza es de 1905, en ese mismo año uno de los seguidores de Darío, Leopoldo Lugones, publicaba Lunario sentimental, libro modernista que contiene varias innovaciones de esa estética. Años después, a principios del 20, el Modernismo quedaba opacado por la poesía de vanguardia, entre cuyos representantes en Argentina estaban Oliverio Girondo y Jorge Luis Borges, grandes críticos de la estética modernista. Sin embargo, según el artículo citado de Octavio Paz, a pesar de las innovaciones, el lugar de Ruben Darío en la poesía latinoamericana sigue siendo central. Quizás, como dice Paz refiriéndose a la relación de Darío con los españoles posteriores a él, esté presente en esa crítica, aparezca allí donde se lo quiere negar.

Puede en contrar Cantos de vida y esperanza en nuestra editorial.

Notas:

1 "La modernización literaria latinoamericana (1870-1910)", Hipamérica, revista de literatura, de la Biblioteca del Instituto Cervantes de Nueva York.

2 "Un poeta socialista: Leopoldo Lugones", La Nación, Buenos Aires, 12 de mayo de 1896. Aparece citado en "Ruben Dario poeta", Enrique Anderson Imbert, en Diez estudios sobre Ruben Dario, compilador Juan Loveluck, Zig Zag, Buenos Aires, 1967.

3 El Parnasianismo es un movimiento francés surgido en 1866, cuyos escritores más representativos fueron Théophile Gautier y Charles Marie Leconte de Lisle. Defendía la búsqueda de la perfección formal en la poesía. Simbolismo, más o menos en la misma época, es decir fines del siglo XIX, es una denominación utilizada para nombrar a algunos poetas, que en su origen también tuvieron que ver con el Parnasianismo, a los que asimismo se llamó decadentistas. El término se extrajo de un poema de Charles Baudelaire. Él y Paul Verlaine son dos poetas famosos de este movimiento .

4 "El caracol y la sirena", Octavio Paz, en Diez estudios sobre...

5 Al respecto dice Ruben Dario en el prefacio de Cantos de vida y esperanza "El movimiento de libertad que me tocó iniciar en América, se propagó hasta España..."



Atención, fanáticos de Gabriel García Márquez LibrosEnRed
Carta abierta de Michael Moore al presidente de Estados Unidos George W. Bush Michael Moore
Letter to George W. Bush Michael Moore
Conmovedor testimonio sobre Juan Pablo II Monseñor Jorge Biturro
Diez mandamientos sobre el arte de escribir Friedrich Nietzsche

Click aquí para ver el índice de notas


¿Alguna vez has pensado en utilizar tu experiencia personal como inspiración para la escritura? No subestimes el poder de tus vivencias en la...