Una maravillosa historia que transcurre con el mayor imperio de las Américas (y una de las maravillas del mundo antiguo) de fondo.

El reino de los incas, por entonces extendido entre algunos valles andinos, se enfrentaba a la inminente invasión de los chankas. El Sapan Inca Wiracocha se había refugiado con sus hijos favoritos, mientras las comarcas habían quedado a merced de los enemigos. En esas circunstancias, el príncipe Cusi Yupanqui, conocido posteriormente como Pachacutic, asumió el liderazgo comprometiéndose a no ceder fácilmente lo que sabía que jamás volverían a recuperar. Algunos de sus hermanos lo acompañaron en la gesta.

Venciendo heroicamente a los chankas, Pachacutic llevó al imperio a su máximo esplendor: gobernó con sapiencia y mano firme. Su hermano Cápac Yupanqui, general de los ejércitos, se convirtió en el más exitoso conquistador; sin embargo, su amistad con Anccohuayllo, líder de los vencidos chankas y las acusaciones de desobediencia a las órdenes imperiales, le costaron ser condenado a muerte. Huyendo de la corte cusqueña, emprendió una nueva vida; pero el destino le deparó una terrible imposición y se vio transformado en un majestuoso ser mítico, el Kuntur. En la ciudad dorada, el sacerdote le vaticinó que debía cumplir con tres desafíos para recuperar su apariencia anterior en una larga y tortuosa travesía. Su misión fue protegida por la Fraternidad de los Cóndores.