El mundo ya no es el mismo de hace 30 años. Estamos rodeados por Internet, las computadoras y la tecnología. Ese cambio afecta todas las áreas del conocimiento humano.
El Premio Nobel Eugenio Montale, poeta italiano, escribió que el entusiasmo por
un libro nace en el objeto y se consolida gracias al contenido. Hoy eso ya no es
necesariamente cierto; Internet está cambiando la relación de las personas con
los libros. Una persona que recorre una librería virtual no busca objetos, sino
que es seducida por los contenidos en sí mismos.
El costo de edición en una librería virtual es substancialmente inferior al de
una editora tradicional. Eso proporciona a autores desconocidos una oportunidad
real de publicar sus obras y alcanzar una cantidad significativa de público,
hecho impensable para la mayoría de los noveles autores hasta unos pocos años
atrás.
El mundo de las librerías virtuales y los e-books despliega un nuevo panorama
para autores y lectores, tornando la cultura mucho más accesible. La barrera
del factor económico se diluye en buena medida, y la oferta de títulos
disponibles es mayor cada día. En nuestros días, el éxito de un escritor
dependerá exclusivamente de su talento, ya que no necesitará invertir fortunas
en edición y publicidad.
Ese nuevo panorama también trae aparejada una nueva generación de lectores,
mucho más exigentes, que demandan calidad y formatos atrayentes, amigables, contenidos de interés, buen servicio. En Internet
es sumamente fácil comparar precios y calidad, e invariablemente el sitio (o el
libro) de calidad inferior será rechazado por los consumidores (los lectores).
En resumen, hay un nuevo universo en Internet, que empieza a ser explorado;
universo que indudablemente traerá beneficios a todos los que estén dispuestos
a involucrarse en esa nueva era.
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