Best sellers, al parecer, eran los de antes. Miremos, si no, estos casos para comparar con los tiempos actuales:
-Uno de los grandes éxitos en ventas de literatura nacional en los años 60, Diario de la guerra del cerdo, de Adolfo Bioy Casares (Emecé), vendió más de 40.000 ejemplares sólo en los primeros tres meses. En esta época, la misma editorial considera un best seller la novela El largo atardecer del caminante, de Abel Posse, que necesitó casi ocho años -se publicó en 1992- para vender 17.000 ejemplares.
-Algunos datos de editorial Sudamericana: Los burgueses, de Silvina Bullrich, vendió 60.000 ejemplares. Rayuela, de Cortázar, más de 100.000. Más recientemente, también hubo grandes éxitos: Una sombra ya pronto serás, de Soriano, llegó a los 65.000, La matriz del infierno, de Aguinis, a los 50.000 y Las piadosas, de Andahazi, a los 35.000. Pero la misma editorial aclara que no son más que excepciones, ninguno de los libros de narrativa nacional de los últimos dos años llegó a las 4.000 copias.
-Las tumbas, de Enrique Medina (De la Flor), llegó a vender 70.000 ejemplares en el año de su publicación, 1971. Hoy, Una lección de vida, de Roberto Fontanarrosa, el libro más exitoso en ventas de la misma editorial durante el año pasado, vendió 15.000 copias.
-La misma editorial ofrece otro dato interesante: en 1973 al publicarse por primera vez Inodoro Pereyra, el libro de historietas de Fontanarrosa, se hizo una tirada de 15.000 ejemplares. Este año, cuando el autor y su obra ya son mucho más conocidos y la tira aparece diariamente en un periódico de gran circulación, la primera tirada fue de 5000 ejemplares.
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