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"He buscado en todas partes el
sosiego y no lo he encontrado
sino sentado en un rincón apartado con un libro en las
manos."
Jorge Santanaya (1863-1952),
filósofo y literato estadounidense de origen español
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En
este número:
1. Editorial: La revolución del
libro
2. Recomendados del mes y
clásico de regalo
3. Foro:
¡Fútbol, fútbol, Fútbol!
4. "El contagio artístico,
criterio del arte verdadero", de Tolstoi
5.
Efemérides:
clasificación de la literatura fantástica por Adolfo Bioy
Casares
6. Direcciones
7. Suscripciones
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Hace un par de semanas, en pleno hervidero francfortés
(la Feria del Libro de Francfurt, el mayor
acontecimiento editorial del mundo), uno de los
escritores más exitosos de la historia (con más de 100
millones de ejemplares vendidos), el brasileño Paulo
Coelho, llamó "a no temerle a Internet".
Desde hace una década, la industria editorial se viene
mostrando oscilante respecto de las nuevas tecnologías:
a veces con reserva, a veces con cierta expectativa.
Pero la actitud de recelo fue la predominante.
Es así que una iniciativa como
Google Books, que
permite hojear algunas páginas de cualquiera de los
libros indexados en el sistema, generó críticas y una
disposición defensiva en muchas editoriales. Fueron
pocas las que vieron esto como una oportunidad de
promocionar sus contenidos: la mayoría lo entendió
como una usurpación de propiedad intelectual.
Sin embargo, el avance en materia de digitalización de
contenidos y apertura de su circulación (algo que viene
aparejado con lo primero) no se detiene. Los primeros
dispositivos que se diseñaron de lectura portátiles
dejaban mucho que desear. Pero acaban de ser lanzados
otros, como el
Kindle, de Amazon,
o el
Reader Digital Book,
que ya alcanzan un estándar de comodidad y practicidad
sorprendentes.
En la feria, Coelho elogió abiertamente las
posibilidades que ofrece Internet a la literatura e,
incluso, a la industria. Entiende que, lejos de amenazar
el futuro del libro, Internet promueve una evolución en
los medios de información que radicalizan el proceso de
"democratización de las ideas".
"Contrariamente a lo que dice el sentido común -algo que
no siempre es una buena guía porque, de lo contrario,
editores, libreros y escritores se dedicarían a
actividades más lucrativas-, cuanto más se da, más se
ganará", dijo, rematando su análisis con lema
espiritual, Coelho. Y sostuvo que él mismo se benefició
en una ocasión con la puesta de sus obras en Internet:
cuando en Rusia no se vendían ejemplares de El
alquimista, alguien puso el libro en versión
pirata en Internet y las ventas alcanzaron picos
altísimos. A partir de esa experiencia, Coelho abrió su
propio sitio, en el que ofreció durante algunos años
libre acceso a todas sus obras.
Lo que parece claro es que el paradigma cambió.
No sirven las viejas reglas y leyes para pensar este
nuevo escenario, tan cambiado respecto del pasado y tan
cambiante en este mismo presente. El asunto es definir
qué valores debemos priorizar hoy. Una disyuntiva podría
ser: ¿privilegiamos la democratización o socialización
del contenido, o la restricción en la difusión de
materiales en pos de los derechos de autor y el pago a
las editoriales?
¿Qué piensan ustedes de las nuevas tecnologías para
presentar contenidos (escritos, pero también
audiovisuales y musicales)? ¿Consumen contenidos en
formato de "archivos"? Y ¿compran y leen libros
digitales? (En
LibrosEnRed hay meses
en que vendemos más libros digitales que impresos, para
que tengan nuestra referencia.) ¿Son capaces de leer
cualquier tipo de contenido en formato ebook o
algunas cosas prefieren leerlas en papel? ¿Leen el
diario en papel o en versión impresa, o un poco de las
dos formas?
Esperamos sus comentarios
aquí. Pero antes,
un aviso: desde hace dos semanas, ofrecemos en nuestro
sitio la posibilidad de comentar los libros (lo que, en
la línea de lo anterior, es una posibilidad de
comunicación que valoramos mucho y que sólo es posible
gracias a Internet). Debajo de cada título que se exhibe
en
nuestro sitio verán
la posibilidad de ingresar su opinión o consulta. Y
podrán ver las opiniones previas, en caso de que las
haya. ¡Esperamos entonces allí también sus comentarios!
Editorial
LibrosEnRed
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Jugando
con las fuerzas de la vida
Joos
Bouwmeester
Religiones,
Autoayuda y Crecimiento
Este
libro relaciona la psiquis con el cuerpo desde un punto de
vista distinto del habitual: el esquema de "cierres de
energía" que utiliza la medicina china. Es de vanguardia:
no es fácil encontrar palabras para conectar lo físico, las
emociones, lo mental, la personalidad y el alma.
Dicen que nuestro cuerpo alberga
todos los rostros de la Creación, a través de los cuales las
energías no manifestadas se manifiestan. Jugando
con las fuerzas de la vida
es un relato de la búsqueda personal
de su autora para descubrir si podemos encontrar en el
cuerpo la energía creativa de los 20 sellos del Tzolkin, el
calendario sagrado de los mayas.
Ella se basa en el sistema de Jin Shin Jyutsu, que describe
26 cierres o puntos, ubicados en meridianos de energía y
fuente de dinamismo para nuestro cuerpo.
Este libro es para todos los que
quieren conocer de mejor manera a sus cuerpos desde un punto
de vista espiritual. Es a la vez una narración biográfica
del camino de la autora y un manual para el lector.
Joos
Bouwmeester sostiene: "Lo importante de
sentir los puntos en el cuerpo es que facilita vaciar
nuestra mente. Cuando verdaderamente podemos sentir nuestro
cuerpo, podemos sentir nuestro Yo interno, que se encuentra
allí como una presencia. Nuestro auténtico Yo está en lo
profundo de nuestro cuerpo. No hace falta buscarlo afuera de
nosotros".
Joos ha estudiado psicología clínica y fisiológica así
como la psicología religiosa. Trabajó más de veinte años
como psicoterapeuta, orientada al cuerpo.
Notó, especialmente en los años posteriores a su
trabajo, que el contacto con el cuerpo es esencial,
tanto para el paciente como para el terapeuta.
En sus libros explora la relación entre espíritu y
cuerpo.
Puede visitar su página web en
www.joosbouwmeester.com
Un toledano en Australia
Cecilio García de Blas
Martín-Maestro
Biografías
Las vivencias, con sus pros y sus contras, de un emigrante
español que transcurre su vida entre dos culturas.
"Comencé a escribir este libro -cuenta su autor- para
documentar el peculiar viaje que realicé con burro y carro
desde Toledo hasta Santiago de Compostela, una especie de
peregrinación-aventura. A medida que iba narrando, me di
cuenta de que mi propia vida podía tener bastante interés
y eso me llevó a seguir indagando en mi memoria y a
proseguir el relato, enfocando en los sucesos y las
anécdotas más peculiares y exóticas.
En mis experiencias, siempre reparé en los detalles y en
el contexto: los paisajes, la gastronomía del lugar, las
culturas, la fauna y la flora, las personas en sí mismas.
Y llevé esa recopilación minuciosa y pintoresca de
impresiones a este texto."
Cecilio García de Blas
Martín-Maestro
nació en el seno de una familia castellana, en la España
rural y pobre de los 50. Vivió en Toledo y en la periferia
de Madrid, hasta que sus padres emigraron a Australia
cuando tenía 15 años. Allí permaneció hasta el presente,
aunque a lo largo de su vida intentó regresar a España en
distintas ocasiones.
Lleva casado 32 años y tiene cinco hijos, algunos ya
casados y también con hijos. Siempre ha trabajado de
joyero y ahora es profesor de formación profesional en el
módulo de la técnica de la joyería para el Departamento de
Educación de Australia. No está nada mal si, como el autor
recuerda, se tiene en cuenta que su primer oficio fue el
de pastor (y no exactamente de almas).
El libro
de regalo
La isla del tesoro
Una apasionante historia de aventuras que, para muchos, es la
mejor novela de piratas jamás escrita. En una búsqueda de oro, el
joven héroe Jim Hawkins, arrastrado por la fuerza de las
circunstancias, se enfrenta con dos malvados piratas. La
incomparable pluma de
Stevenson narra de modo
atrapante estas aventuras que capturarán a cualquier lector.
¿Usted
también escribe? Poesía, ensayo, relatos, novelas...
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Esta vez hablaremos de un deporte popular, el fútbol. Se
ha generado espontáneamente el tema en uno de
nuestros foros.
Fútbol y literatura (Borges y Bioy Casares, de
quienes hablamos en "Efemérides", lo denostaban, y
pretendían ridiculizar a sus personajes diciendo
solamente, por ejemplo, "que vestían una tricota de
Huracán", equipo argentino; a la vez, hay decenas de
cuentistas talentosos que lo trataron, como
Fontanarrosa o Juan Villoro). Otro subtema:
"fútbol lo-que-amo-y-lo-que-odio". Y "fútbol y
reflexiones en torno a él". Fútbol, podríamos
agregar, y todo aquello que lo que sucede en el campo de
juego permite pensar sobre la vida (rivalidad, sensación
de impotencia, distribución de roles, compañerismo,
etc.). Fútbol, por último, y lenguaje: las frases
que surgen del fútbol, los cantos en el estadio, las
estereotipadas declaraciones de los futbolistas (en la
mayoría de los casos), con infaltables como "Lo
importante es que se pudo ganar" (propenden siempre al
uso del impersonal) o "Lamentablemente, no se pudo
convertir"... "El fútbol es así".
Hinchas y contrahinchas: opinen por favor
aquí.
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4.
"El contagio artístico, criterio del arte verdadero", de Tolstoi* |
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"Y, sin embargo, hay un signo cierto e infalible para
distinguir el arte verdadero de sus falsificaciones: es lo que
llamaré contagio artístico. Si un hombre, sin esfuerzo
alguno de su parte, recibe, en presencia de la obra de otro
hombre una emoción que lo une a él, y otros han recibido al
mismo tiempo igual impresión, es que la obra en presencia de
la cual se encuentra es una obra de arte. Y una obra que puede
ser bella, poética, rica en efectos e interesante, no es
obra de arte si no despierta en nosotros aquella emoción
particular, la alegría de sentirnos en comunión artística con
el autor y con los hombres en compañía de quienes leemos,
vemos o escuchamos la obra en cuestión.
Sin duda, este es un signo por completo interno, y sin duda
las personas que jamás han experimentado la impresión
producida por una obra de arte, pueden imaginarse que el
entretenimiento y la excitación nerviosa que provocan las
falsificaciones constituyen impresiones artísticas. Pero tales
personas no son como los daltonistas, a los cuales nadie puede
convencer de que el color rojo no es el color verde. Fuera de
ellas, para todo hombre de gusto no pervertido o atrofiado, el
signo que dejo dicho conserva todo su valor, permitiéndole
distinguir claramente la impresión artística de todas las
demás. La particularidad principal de esta impresión consiste
en esto: en que el hombre que la recibe, encuéntrase, por
decirlo así, confundido con el artista. Le parece que los
sentimientos que le transmiten no provienen de otra persona,
sino de sí mismo, y que cuanto el artista expresa, él mismo
pensaba, hacia tiempo, expresarlo. La obra de arte verdadero
suprime la distinción entre el hombre a quien se dirige y el
artista, como asimismo entre aquel hombre y todos los demás a
quien se dirige la obra. Y en esta supresión de toda
separación entre los hombres, en esta unión entre el público y
el artista, consiste la principal virtud del arte.
¿Experimentamos este sentimiento en presencia de una obra? Es
que se trata de una obra de arte. ¿No lo experimentamos, no
nos sentimos unidos al autor y a los hombres a quienes la obra
está dedicada? Es que no hay arte en la obra. Y no
solamente el poder del contagio es el signo infalible del
arte, sino que el grado de ese contagio es la única medida de
la excelencia del arte."
*León Tolstoi (1828-1910) fue
destacado escritor ruso, autor de obras extraordinarias como
Ana Karenina y
La guerra y la paz.
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El...
| 2
de noviembre de 1907
Rudyard Kipling gana
el Premio Nobel de Literatura; en 1950 fallece George
B. Shaw, escritor y dramaturgo irlandés, él también
Premio Nobel de Literatura en 1925, autor de Pigmaleón.
| 5
de noviembre de 1992, la poetisa cubana Dulce María
Loynaz es galardonada con el Premio Cervantes de
Literatura.
| 7
de noviembre de 1913 nace el escritor francés
Albert Camus, Premio Nobel de Literatura 1957.
Entre sus obras, que transmiten el existencialismo de la
época, se destacan El extranjero (1942), Los
justos (1949) y La peste (1947).
| 11
de noviembre de 1928 nace el escritor mexicano
Carlos Fuentes,
Premio Cervantes en 1987. Integrante de la generación del
boom, está considerado como uno de los principales
exponentes de la narrativa mexicana contemporánea. Algunas
de sus obras son La región más transparente (1958),
La muerte de Artemio Cruz (1962) y Cambio de
piel (1967).
En 1855, muere Sören
Kierkegaard, filósofo danés. Su pensamiento giró en
torno de conceptos que fueron claves para el
existencialismo posterior, como el de angustia, el de
libertad, el de la nada y el de lo absoluto.
| 12
de noviembre de 1648 nació
Sor Juana Inés de la Cruz,
poetisa y religiosa mexicana.
| 13
de noviembre de 1850 nace
Louis Robert Stevenson, novelista escocés,
autor de las célebres novelas
El extraño caso del Dr. Jeckyll y
Mr. Hyde y
La isla del tesoro.
| 14
de noviembre de 1910 muere
León Tolstoi,
novelista ruso. En 1968 muere Ramón Menéndez Pidal,
filólogo e historiador español.
| 15
de noviembre de 1990 el escritor argentino
Adolfo Bioy Casares
recibe el Premio Cervantes. Nacido en 1915, formó parte un
grupo que modificó la historia de la literatura argentina:
el grupo en torno a la revista Sur, dirigida por su
cuñada Victoria Ocampo. Casado con la escritora
Silvina Ocampo y, lo que parece más definitorio
todavía para su producción literaria, amigo muy cercano de
Jorge Luis Borges,
escribió sobre todo narrativa fantástica, entre cuyos
títulos se destacan Diario de la guerra del cerdo,
Plan de evasión, La invención de Morel y
Guirnalda con amores.
Del
prólogo a Antología de la literatura fantástica,
realizada en colaboración con Borges y Silvina, extrajimos
este fragmento, que da pautas (eruditas, algo lúdicas y,
ciertamente, arbitrarias) pensadas para clasificar los cuentos
fantásticos. Sirven para entender cómo analizaban ellos la
literatura, qué valoraban y que no, y para conocer sus
"recomendados":
Enumeración de argumentos fantásticos
Argumentos en que aparecen fantasmas.
En nuestra antología hay dos, brevísimos y perfectos: el de
Ireland y el de Loring Frost. El fragmento de Carlyle (Sartor
Resartus), que incluimos, tiene el mismo argumento, pero al
revés.
Viajes por el tiempo. El ejemplo
clásico es La máquina del tiempo. En este inolvidable
relato,
Wells no se ocupa de las
modificaciones que los viajes determinan en el pasado y en el
futuro, y emplea una máquina que él mismo no se explica. Max
Beerbohm, en "Enoch Soames" emplea al diablo, que no
requiere explicaciones, y discute, aprovecha, los efectos del
viaje sobre el porvenir.
Por su argumento, su concepción general
y sus detalles -muy pensados, muy estimulantes del pensamiento
y de la imaginación-, por los personajes, por los diálogos,
por la descripción del ambiente literario de Inglaterra a
fines del siglo pasado, creo que "Enoch Soames" es uno de los
cuentos largos más admirables de la antología.
"El más hermoso cuento del mundo", de
Kipling, es también de
riquísima invención de detalles. Pero el autor parece haberse
distraído en cuanto a uno de los puntos más importantes. Nos
afirma que Charlie Mears estaba por comunicarle el más hermoso
de los cuentos pero no le creemos, si no recurría a sus
"invenciones precarias", tendría algunos datos fidedignos o, a
lo más, una historia con toda la imperfección de la realidad,
o algo equivalente a un atado de viejos periódicos, o -según
H. G. Wells- a la obra de
Marcel Proust. Si no
esperamos que las confidencias de un botero del Tigre sean la
más hermosa historia del mundo, tampoco debemos esperarlo de
las confidencias de un galeote griego que vivía en un mundo
menos civilizado, más pobre.
En este relato no hay, propiamente,
viaje en el tiempo; hay recuerdos de pasados muy lejanos. En
"El destino es chambón" de Arturo Cancela y Pilar de Lusarreta
el viaje es alucinatorio.
De las narraciones de viajes en el
tiempo, quizá la de invención y disposición más elegante sea
"El brujo postergado", de don Juan Manuel.
Los tres deseos. Hace más de
diez siglos empezó a escribirse este cuento; colaboraron en él
escritores ilustres de épocas y de tierras distantes, un
oscuro escritor contemporáneo ha sabido acabarlo con
felicidad.
Las primeras versiones son
pornográficas; las encontramos en el Sendebar, en Las
mil y una noches (Noche 596: "El hombre que quería ver
la noche de la omnipotencia"), en la frase "más desdichada que
Banús" registrada en el Kamus, del persa Firuzabadi.
Luego, en Occidente, aparece una
versión chabacana. Entre nosotros -dice Burton- (el cuento de
los tres deseos) ha sido degradado a un asunto de morcillas.
En 1902, W. W. Jacobs, autor de
sketches humorísticos, logra una tercera versión, trágica,
admirable.
En las primeras versiones, los deseos
se piden a un dios o a un talismán que permanece en el mundo.
Jacobs escribe para lectores más escépticos. Después del
cuento no continúa el poder del talismán (era conceder tres
deseos a tres personas y el cuento refiere lo que sucedió a
quienes pidieron los últimos tres deseos). Tal vez lleguemos a
encontrar la pata de mono -Jacobs no la destruye- pero no
podremos utilizarla.
Argumentos con acción que sigue en el
infierno. Hay dos en la antología, que no se olvidarán: el
fragmento de Arcana Coelestia, de Swedenborg, y "Donde su
fuego nunca se apaga", de May Sinclair. El tema de este último
es el del Canto V de
La divina comedia:
Questi, che mai, da me, non fia
diviso,
La bocca mi bacio tutto tremante.
Con personaje soñado. Incluimos:
El impecable "Sueño infinito de Pao Yu", de Tsao Hsue Kin; el
fragmento de Through the Looking-Glass, de Lewis Carrol;. "La
última visita del caballero enfermo", de Papini.
Con metamorfosis. Podemos citar
"La transformación", de
Kafka; "Sábanas de
tierra", de Silvina Ocampo; "Ser polvo", de Dabove; "Lady into
Fox", de Garnett.
Acciones paralelas que obran por
analogía. "La sangre en el jardín", de Ramón Gómez de la
Serna: "La secta del Loto Blanco".
Tema de la inmortalidad.
Citaremos "El judío errante, Mr. Elvisham", de
Wells. "Las islas
nuevas", de María Luisa Bombal; "She", de Rider Haggard; "L´Atlantide",
de Pierre Benoit.
Fantasías metafísicas. Aquí lo
fantástico está, más que en los hechos, en el razonamiento.
Nuestra antología incluye: "Tantalia", de Macedonio Fernández;
un fragmento de "Star Maker", de Olaf Stapledon; la historia
de Chuang Tzu y la mariposa, el cuento de la negación de los
milagros; "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", de
Jorge Luis Borges.
Con el "Acercamiento a Almotásim". con
"Pierre Menard", con "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", Borges ha
creado un nuevo género literario, que participa del ensayo y
de la ficción; son ejercicios de incesante inteligencia y de
imaginación feliz, carentes de languideces, de todo elemento
humano, patético o sentimental, y destinados a lectores
intelectuales, estudiosos de filosofía, casi especialistas en
literatura.
Cuentos y novelas de
Kafka. Las obsesiones del infinito, de la
postergación infinita, de la subordinación jerárquica,
definen estas obras; Kafka, con ambientes cotidianos,
mediocres, burocráticos, logra la depresión y el horror; su
metódica imaginación y su estilo incoloro nunca entorpecen el
desarrollo de los argumentos.
Vampiros y castillos. Su paso
por la literatura no ha sido feliz: recordemos a
Drácula, de
Bram Stoker (Presidente
de la Sociedad Filosófica y Campeón de Atletismo de la
Universidad de Dublín), a "Mrs. Amworth", de Benson. No
figuran en esta antología.
Los cuentos fantásticos pueden
clasificarse, también, por la explicación:
a) Los que se explican por la agencia
de un ser o de un hecho sobrenatural.
b) Los que tienen explicación
fantástica, pero no sobrenatural ("científica" no me parece el
epíteto conveniente para estas intenciones rigurosas,
verosímiles, a fuerza de sintaxis).
c) Los que se explican por la
intervención de un ser o de un hecho sobrenatural, pero
insinúan, también, la posibilidad de una explicación natural
("Sredni Vashtar" de Saki); los que admiten una
explicativa alucinación. Esta posibilidad de explicaciones
naturales puede ser un acierto, una complejidad mayor;
generalmente es una debilidad, una escapatoria del autor, que
no ha sabido proponer con verosimilitud lo fantástico.
| 16
de noviembre de 1922 nace
José Saramago, escritor
portugués. En 1989, el escritor paraguayo Augusto Roa
Bastos gana el premio Cervantes de Literatura.
| 17
de noviembre de 1895 muere el escritor francés
Alejandro Dumas (hijo), autor
del teatro de inspiración social.
La dama de las camelias
(1848) fue su gran éxito.
| 18
de noviembre de 1922 muere
Marcel Proust; 77 años
después, muere también Paul Bowles, escritor
estadounidense.
| 20
de noviembre de1923 nace Nadine Gordimer, escritora
surafricana, Premio Nobel 1991 y muere, en 1963, Luis
Cernuda, poeta español.
| 22
de noviembre de 1869 nace André Gide, escritor francés,
Premio Nobel 1947. En 1916, se suicidó
Jack London.
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