|
"Aunque no lo parezca,
escribir es un arte;
ser escritor es ser un artista, como el artista del
trapecio,
o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con
el lenguaje;
para esta lucha ejercítate de día y de noche."
Augusto Monterroso (1921-2003),
guatemalteco (por elección)
|
En
este número:
1. Editorial: Novedades en nuestro
Servicios para Escritores
2. Recomendados y
un
clásico
de regalo
3.
Encuesta:
¿Quién es el malo más malo de la historia de la literatura?
4. "Escribiendo ciencia ficción", por Isaac Asimov
(segunda y última entrega)
5. Esta vez, la entrevista la hace un autor: reproducimos un
primer fragmento del
reportaje de H. G. Wells
al hombre de acero, Josef Stalin
6. Efemérides: opiniones de
Carlos Fuentes
7. Direcciones para
encontrarnos
8. Suscripciones
|
|
|
¿Cuándo se puede decir que una obra está terminada?
Todos los autores se plantean, en algún momento, esta
pregunta. De hecho, uno tan experimentado como Paul
Valéry, sostenía que un artista nunca termina
realmente su trabajo: simplemente, lo abandona.
Alfonso Reyes, por su parte, era consciente de lo
que pasaba si no se imponía a sí mismo un cierre: "Lo
malo de no hacer imprimir las obras es que se va la vida
en rehacerlas".
Por eso a veces, para terminar el proceso de escritura,
es bueno contar con una mirada externa. Con
alguien que, alejado de la circunstancia creativa, pueda
fijar un ojo entrenado sobre aspectos relacionados con
la corrección ortográfica o el funcionamiento general
del texto. Alguien que pueda evaluar si la obra se
ajusta a las expectativas del autor y que pueda definir
cuáles son sus puntos fuertes, aquellos que deberían
destacarse en una eventual promoción. En pocas palabras,
un lector experto que se convierta en cómplice de
nuestro texto para ayudarnos a sacar lo mejor de él.
LibrosEnRed ofrece diversos servicios para
acompañar a los autores en esta etapa. A continuación,
encontrará la descripción detallada de lo que cada uno
puede aportarle:
-
Corrección de estilo (ortotipográfica y gramatical)
A pesar de lo que sugiere la forma más común de llamarlo
–corrección de estilo-, este servicio no apunta
en absoluto a modificar la singularidad expresiva del
autor.
De lo que se trata es de corregir los aspectos
ortográficos, tipográficos y gramaticales de un
original, antes de que pase a diagramación (errores de
tildación, de mayúsculas, de concordancia, de
puntuación, entre otros). El resultado será un texto
adecuado a la normativa española, lo que garantiza que
lo que el autor había deseado escribir sea entendido,
efectivamente, de esa manera.
-
Editing
El trabajo de editing implica un tratamiento más
intenso sobre el texto, con el objetivo de adecuarlo a
la intención comunicativa de su autor.
Como resultado del proceso, el autor se asegurará de que
el texto responde a las expectativas que tenía antes de
escribirlo: que se dirija de forma adecuada a un público
específico, que lo haga en el tono esperable, que esté
bien organizado, que pueda mantener la atención del
lector a lo largo de todas sus páginas, que sea ameno de
leer, que sean correctas todas sus referencias.
-
Informe de obra
El informe de obra consiste en un reporte elaborado por
un lector profesional, a partir de las conclusiones a
las que arribó luego de la lectura minuciosa de la obra.
Se trata de un análisis pormenorizado que, a partir de
una intensa experiencia de lectura, refiere los aciertos
encontrados en el texto y aquellos aspectos de la
estructura, el tono, el diseño de personajes, el ritmo,
el manejo del lenguaje, etc. que, eventualmente, podrían
mejorarse.
El informe incluye, además, sugerencias para mejorar la
construcción de la obra e incrementar sus posibilidades
de aceptación. En los casos en que se considere
necesario, se sugerirá la contratación del servicio de
corrección o editing.
El autor será guiado para mejorar su obra de modo tal de
convertirla en el libro ideal para el lector al que se
dirige. Contará, además, con mejores argumentos para
encarar la promoción de su obra (como saber qué destacar
como puntos salientes, con qué libro anterior y conocido
emparentarla o qué tipo de experiencia de lectura
anticiparle al lector).
Cotización y desarrollo de cada proceso
En todos los casos, la cotización dependerá de la
cantidad de palabras y del nivel de dificultad de la
obra (según la especificidad del tema, lo complejo del
vocabulario, la diversidad de elementos que incluya,
etc.).
Para efectuar un presupuesto será necesario, entonces,
que el interesado remita el original como archivo
adjunto a un correo electrónico. En un plazo de
aproximadamente tres días hábiles, le responderemos con
la cotización por el servicio y la indicación de cuáles
serían los plazos.
Recibiremos sus pedidos de presupuestos y cualquier
consulta en relación con estos servicios a través del
formulario de mensajes
(seleccione el tema "Servicios a
escritores").
Vamos al Acertijo de este mes:
"ESTORNUDO. Después de decir: '¡Salud!', trabarse
en una discusión acerca del origen de esta costumbre.
EXCEPCIÓN. Decir que confirma la regla. No
arriesgarse a explicar cómo.
FATALIDAD. Palabra exclusivamente romántica.
Hombre fatal: dícese del que tiene ojos penetrantes.
GOLONDRINAS. No llamarlas jamás de otro modo que
'mensajeras de primavera'. Como se ignora de dónde
vienen, hay que decir que arriban 'de las comarcas
lejanas' (poético).
HORMIGAS. Bonito ejemplo para citar delante de un
despilfarrador. Proporcionaron la idea de las cajas de
ahorro.
¿Qué obra es esta, tan llena de definiciones e
instrucciones de uso? ¿Quién es su autor?
Si imagina por quién preguntamos y por cuál de sus obras, envíe su respuesta -directamente en el asunto
del correo electrónico- a [email protected].
Si tiene dudas, espere la próxima pista el
lunes 7 de noviembre, aquí.
Estará participando por dos ejemplares digitales a su
elección.
Hasta el mes que viene,
Editorial
LibrosEnRed
|
|
|
El superclásico.
Boca y River: historia y secretos de una pasión
Colección:
Deportes
Autor:
Hugo Martínez de León
Nada menos que Eduardo Galeano ha comentado esta
obra y en términos más que elogiosos:
"Aviso
a los fanáticos, advertencia a los violentos: aléjense de
este libro.
En
estas páginas, se cuenta la historia de un largo duelo que
se inicia en la ribera del Riachuelo. Desde hace un siglo
ese duelo parte en dos la ciudad de Buenos Aires. El Dios de
una mitad, es el Diablo de la otra mitad y viceversa.
Quienes confirman su amor a un club por el odio al otro se
sentirán defraudados: esta historia revela que, en el fondo,
se trata de un juego de espejos".
El superclásico...
trata la eterna rivalidad River-Boca en el marco
histórico de la evolución del fútbol. Se trata de un libro
que trasciende las fronteras argentinas para inscribirse en
la historia de este deporte a nivel mundial.
Hugo Martínez de León,
su autor, es tanto escritor de ficción como periodista.
Publicó libros de cuentos, novelas (por El baile y la
procesión resultó
finalista del concurso Tigre Juan, de Oviedo, España) y
obras de investigación periodística.
Cómo alcanzar el éxito verdadero
Colección:
Religiones, Autoayuda y Crecimiento
Autor:
Sixto Vázquez Narva
Cómo alcanzar el éxito verdadero es un libro que
une lo práctico y rutinario con lo ideal y deleitable. En
un despliegue de bondad, nos muestra cómo lograr el
bienestar temporal en todas las parcelas de la vida, y nos
señala el camino hacia la felicidad permanente fundada en
principios divinos de fácil asimilación.
En un lenguaje claro y directo, y como buen filósofo,
teólogo, consejero, conferencista y escritor desde 1983,
Sixto Vázquez Narva, de
arraigo peruano-ruso, nos muestra que entre los muchos
libros que se han escrito para orientar al ser humano
hacia una vida de éxito, ninguno es tan feliz y afortunado
como este, porque revela de modo irrebatible que la vida
de cada ser humano es un éxito auténtico desde su
concepción en el vientre materno; y porque sus
principios trascienden los tiempos y las culturas, las
fronteras y los estratos sociales, y nos trasponen
fácilmente a los mismos umbrales de la eternidad.
Todo aquel que anhela una vida repleta de realizaciones,
ganancias y coronas, aquí tiene la fórmula precisa y
concisa para convertir esos anhelos en un eterno deleite
repleto de felicidad espiritual y saciedad intelectual;
además de un exquisito fortalecimiento matrimonial y
abundante prosperidad material aquí y ahora. Es decir, una
vida entera convertida en éxito auténtico y al más alto
nivel.
Peregrinos de
la nueva era
Colección:
Religiones, Autoayuda y Crecimiento
Autor:
Isaac Fernández de la Villa
Peregrinos de la nueva era busca ofrecer una comprensión
alternativa sobre uno mismo y sobre el entorno que se
esconde detrás de los sufrimientos y las experiencias
angustiosas.
La historia presenta un joven que, tras su despertar
espiritual, se ve capaz de comprender los sufrimientos
interiores arrastrados desde su niñez. Usando viejos
cuadros que él pintó, nos cuenta su historia desde un
nuevo punto de vista trascendente, sacando conclusiones y
valores cargados de gran sabiduría.
¿Existe la reencarnación, las leyes de causa y
efecto? ¿Nada es malo o bueno? ¿el pensamiento
determina el valor de los acontecimientos? ¿Tenemos
otra evolución aparte de la física? ¿Podemos dejar
de sufrir en nuestro interior? Todas estas cuestiones
y muchas más se plantean a través de la narración del
protagonista, que no da por sentado la verdad de nada, sin
investigar libre y objetivamente el asunto en cuestión.
Son reflexiones sin desperdicio que derrumban muros
construidos por el condicionamiento social en que
vivimos. Se trata de una obra valiosa que nos ayuda a
librarnos de viejos patrones y ser libres de nuevo de
nuestros pensamientos y creencias.
Referencias curiosas a frases de grandes personajes de la
historia y nuevas interpretaciones de las antiguas
escrituras, amenizan la mente del investigador o del
buscador de la verdad.
Isaac Fernández de la Villa
experimentó personalmente las consecuencias sociales de
los cambios producidos por la transición política de aquel
país. El contacto con las creencias implantadas desde
antaño no le fue válido para satisfacer preguntas
trascendentes. Sin embargo, observó la felicidad que la fe
en algo superior proporcionaba a aquellos que la tenían,
de lo que dedujo que no es tan importante el grado de
verdad sobre lo que se cree como el grado en que se siente
la creencia.
Tras sus estudios de Química, comenzó una investigación
Teosófica en busca de la verdad. Taoísmo, Alquimia,
Hinduismo, Budismo, Espiritismo, Cristianismo, Ocultismo,
Condicionamiento mental, Filosofías Herméticas, el Astral,
Sanación... Se tituló como monitor de taichí, y también
trabaja con Reiki y Energía Magnificada. Comenzó el camino
para dejar todo sufrimiento, por insignificante que pueda
ser considerado, apoyado por el razonamiento, la
comprensión y la intuición.
El clásico de regalo
Lo inconsciente es uno
de los textos clave del fundador del psicoanálisis.
Freud desarrolla en él
el concepto que probablemente constituya el aporte
fundamental de su trabajo: lo inconsciente, es decir,
aquella instancia mental a la que la conciencia no llega,
pero que opera de forma decisiva en nuestras percepciones y
nuestras formas de pensar y vivir.
Autor:
Freud
Colección:
Psicología, Psiquiatría y
Psicoanálisis
¿Usted
también escribe? Poesía, ensayo, novelas...
Sea parte de nuestro catálogo.
Ingrese
aquí para conocer nuestras
propuestas de edición. |
Encuesta
para los lectores |
|
|
En
narrativa, pocos personajes resultan tan fascinantes como
los malos de la historia, sobre todo cuando su
vileza excede los límites humanos o reconocibles.
La pregunta de hoy apunta a ellos: para usted, ¿quiénes
son los personajes más malos de la literatura? ¿cuál es su
villano preferido?
-
Sauron, el ojo sin
párpado imaginado por Tolkien
-
Mr. Hyde, la
contracara del afable Dr. Jeckyll
-
el
Fausto de Goethe
-
el sanguinario conde
Drácula
-
Barbazul,
del relato recogido por Charles Perrault (basado, al
parecer, en la historia real de Gilles de Rais, un francés
del siglo XV, de quien se decía que tenía una barba de
“tinte azulado”).
Lo invitamos a
votar haciendo clic
aquí.
|
"Escribiendo ciencia ficción",
última entrega, por Isaac Asimov* |
|
|
...
"2) Usted
tendrá que ejercitarse en el oficio
La instrucción decisiva la da la misma práctica de escribir. Y
usted no debe esperar a que su preparación esté terminada. El
acto de escribir es en sí mismo parte de la preparación.
Usted no podrá entender completamente lo que hacen los buenos
escritores hasta que no lo haya intentado. Aprenderá mucho
cuando vea que su historia se le está deshaciendo en las manos
o que está empezando a formar un todo. Escriba a partir del
primer momento, entonces, y siga escribiendo.
3) Usted tendrá que ser paciente
Como escribir es en sí mismo un modo de aprender, no piense
que va a poder vender la primera historia que escriba. (Sí, ya
sé que Bob Heinlein lo hizo, pero él era Bob Heinlein. Usted
es solo usted).
Además ¿por qué habría de desalentarlo eso? Cuando completó su
primer grado en la escuela ¿no había terminado todo para
usted, no? Después vino el segundo, después el tercero,
después el cuarto, y así sucesivamente.
Si cada historia que usted escribe es un paso más en su
educación literaria, no importa que las editoriales la
rechacen. La próxima historia será mejor, y la otra todavía
mejor, y eventualmente...
Pero,
entonces, ¿por qué molestarse en presentar las historias a las
editoriales?
Si no lo hace ¿qué modo tiene de saber cuándo se gradúa?
Después de todo, usted no sabe qué historia va a poder vender.
Podría ser la primera. Casi seguro que no será, pero podría
ser.
Naturalmente, aun después de haber vendido su primera
historia, puede ser que usted no logre colocar las doce
siguientes, pero habiéndolo logrado una vez, es bastante
probable que pueda hacerlo de nuevo, si persevera.
Pero, ¿qué pasa si usted escribe y escribe y no logra mejorar,
y lo único que consigue son papeletas con notas de rechazo?
Una vez más, puede ser que usted no sea un escritor y tenga
que conformarse con un puesto inferior, como el de presidente
de la Corte Suprema de los Estados Unidos.
4) Usted tiene que ser razonable
Escribir es una de las tareas más maravillosas y
satisfactorias que existen en el mundo, pero tiene unos pocos
defectos insignificantes. Por ejemplo: que un escritor no
puede casi nunca ganarse la vida con ella.
¡Ah sí! Algunos escritores ganan mucho dinero; son aquellos
cuyos nombres todos conocemos. Pero por cada escritor que gana
a montones, hay miles que tiemblan cuando llega la cuenta del
alquiler. No debería ser así, pero es.
Tome mi caso: tres años después de haber vendido mi primera
historia, llegué al estadio en que uno vende todo lo que
escribe, es decir me convertí en un escritor exitoso. Sin
embargo, pasaron diecisiete años más hasta que pude ganar
como escritor lo suficiente para llevar una vida confortable.
Así que, mientras trata de convertirse en escritor, cerciórese
de que tiene otro medio de ganarse la vida decentemente; y no
abandone ese trabajo hasta que haya vendido su primer texto."
Fin (y
manos a la obra)
*Prolífico autor, Isaac Asimov nació en Rusia (en 1922)
y de muy niño emigró, con su familia, a los Estados Unidos. Se
doctoró en Bioquímica, pero -a partir de 1958- se dedicó
exclusivamente a la escritura de libros de ciencia ficción.
Murió en 1992, con cerca de 500 títulos publicados.
|
|
|
Lugar: Moscú, naturalmente.
Fecha:
julio de 1934.
Participantes: nada menos que el gran escritor H. G. Wells y
el ya entonces controvertido político Josef Stalin.
Resultado: imperdible.
Wells: Le estoy muy agradecido, Sr. Stalin, por darme
la oportunidad de conversar con Ud. Hace poco estuve en los
Estados Unidos. Tuve una larga entrevista con el presidente
Roosevelt, y en ella traté de averiguar, por cuáles ideas se
deja guiar él. Ahora vengo con Ud. para preguntarle qué hace
para cambiar el mundo.
Stalin: No tanto.
Wells: Viajo por el mundo como hombre sencillo, y como
hombre sencillo observo lo que sucede a mi alrededor.
Stalin: Hombres de la vida pública de su importancia,
no son "gente sencilla". Naturalmente, sólo la historia
pronuncia el juicio definitivo acerca de la importancia que
tal o cual hombre haya tenido efectivamente; pero en todo
caso, Ud. no contempla el mundo con los ojos del "hombre
sencillo".
Wells: No finjo modestia. Lo que quiero decir es, que
trato de ver el mundo con los ojos del hombre sencillo, y no
con los de un político de partido o de un alto funcionario de
administración. Mi visita a los Estado Unidos me ha dado más
de un estímulo para nuevas reflexiones. El viejo mundo
financiero allí se está derrumbando; la vida económica del
país va siendo reorganizada según nuevos principios. Lenin
dijo: "Debemos aprender a manejar nuestros asuntos, debemos
aprender de los capitalistas". Hoy, los capitalistas deben
aprender de ustedes, y asimilar el espíritu del socialismo. Me
parece que los Estados Unidos se encuentran en un profundo
proceso de reorganización, está naciendo una economía
planificada, una economía socialista. Ud. y Roosevelt
parten de posiciones diferentes. ¿Pero acaso no existen, a
pesar de eso, puntos de contacto entre lo que se piensa en
Washington y lo que se piensa en Moscú? ¿No existe
un cierto parentesco entre las respectivas ideas y
necesidades? Las mismas cosas me llamaron la atención en
Washington como ahora aquí: se constituyen oficinas, se crea
una serie de nuevos órganos reguladores del Estado, se
organiza el servicio estatal que hace tiempo hacía falta. Lo
que se necesita allí como aquí es la posibilidad de intervenir
con medidas directivas.
Stalin: Los Estados Unidos persiguen un fin diferente
al nuestro en la URSS. El fin que persiguen los Estados Unidos
se ha dado como resultado de los problemas económicos, de la
crisis económica. Los americanos quieren encontrar una salida
a la crisis con medidas del capitalismo privado, sin cambiar
la base económica. Intentan limitar a un mínimo el daño, las
pérdidas que resultan del sistema económico actual. Con
nosotros, en cambio, la vieja base económica ha sido, como Ud.
sabe, destruida, y en su lugar fue creada una base económica
nueva, completamente diferente. Aunque los americanos, a los
que alude, alcanzaran su meta en parte, es decir, si lograsen
limitar las pérdidas a un mínimo, no eliminarían las raíces de
la anarquía inherente al sistema capitalista.
Protegen
el sistema económico que origina, forzosa e inevitablemente,
anarquía de la producción. Para ellos no se trata, por lo
tanto, de una reorganización de la sociedad, de abolir el
viejo sistema social, del cual nacen la anarquía y las crisis,
sino, a lo sumo, de restringir determinadas desventajas, de
restringir determinados abusos. Subjetivamente, los americanos
tal vez tengan la opinión de estar reorganizando la sociedad;
pero objetivamente protegen la base actual de la sociedad. Por
eso, objetivamente no habrá ninguna reorganización de la
sociedad. Y tampoco una economía planificada. ¿Qué es la
economía planificada? ¡Veamos algunas de sus cualidades! La
economía planificada tiene como meta abolir la desocupación.
Supongamos que manteniendo el sistema capitalista, fuese
posible limitar la desocupación a un cierto mínimo. Con
seguridad, ningún capitalista aprobaría la eliminación total
de la desocupación, la abolición del ejército de reserva de
desocupados que está destinado a ejercer presión sobre el
mercado de trabajo, y constituye una garantía de mano de obra
barata. Ahí tiene Ud. una de las contradicciones de la
"economía planificada" de la sociedad burguesa.
¡Sigamos!
"Economía planificada" significa impulsar la producción en
aquellas ramas industriales, cuyos bienes son de especial
importancia para la masa del pueblo. Pero Ud. sabe que, en el
capitalismo, la ampliación de la producción se lleva a cabo de
acuerdo a reglas totalmente diferentes, que el capital afluye
a aquellos sectores económicos, en los que el pago de
utilidades sea mayor. Nunca podrá Ud. inducir a un capitalista
a que se inflija pérdidas a sí mismo, y a que se contente con
un pago de utilidades más bajo, para satisfacer las
necesidades del pueblo. Sin que desaparezcan los capitalistas,
sin que sea abolido el principio de la propiedad privada de
los medios de producción, es imposible edificar una economía
planificada.
Wells: Estoy de acuerdo con Ud. en muchos sentidos.
Pero quisiera realzar que, al decidirse un país entero por el
principio de la economía planificada, al comenzar el gobierno
lentamente, paso a paso, a imponer ese principio
consecuentemente, al final habrá desaparecido la oligarquía
financiera, y se habrá alcanzado el socialismo, en el sentido
anglosajón de la palabra. El efecto que parte de las ideas "New-Deal"
de Roosevelt es extraordinariamente fuerte para mí, esas ideas
son socialistas. Me parece que en vez de acentuar el contraste
entre ambos mundos, deberíamos aspirar a encontrar un lenguaje
común para todas las fuerzas constructivas.
Stalin: Al hablar de la imposibilidad de realizar los
principios de la economía planificada, manteniendo al mismo
tiempo la base económica del capitalismo, no quiero, en lo más
mínimo, rebajas las excepcionales facultades personales de
Roosevelt, su iniciativa, su valor y su fuerza de decisión.
Indudablemente, Roosevelt es, entre todos los líderes del
mundo capitalista de hoy, uno de los personajes más vigorosos
y sobresalientes. Por eso quisiera volver a acentuar una vez
más, que mi convicción acerca de la imposibilidad de la
economía planificada bajo condiciones capitalistas no
significa que ponga en duda las facultades personales, el
talento y el valor del presidente Roosevelt. Pero si las
circunstancias no lo permiten, el líder más dotado de
clarividencia no puede alcanzar el objetivo del cual Ud.
habla. En un sentido puramente teórico, por supuesto no queda
excluida la posibilidad de acercarse, bajo las condiciones del
capitalismo, paulatina y gradualmente a la meta que Ud. llama
"socialismo en el sentido anglosajón de la palabra". Pero ¿qué
clase de socialismo será ese? A lo sumo refrenaría a los
representantes individuales más desvergonzados del capital y
aplicaría el principio de la intervención en la economía
nacional en un campo algo más amplio. Todo muy bien. Pero tan
pronto Roosevelt o cualquier otro líder del mundo burgués de
hoy, quiera is más allá, y quiera seriamente atacar las bases
del capitalismo, irremediablemente sufrirá un fracaso rotundo.
Los bancos, la industria, las grandes empresas, las grandes
grajas agrícolas no le pertenecen a Roosevelt. Sin excepción
son propiedad privada. El ferrocarril, la flota mercante, todo
esto está en manos de propietarios privados. Y, finalmente,
aún el ejército de obreros calificados, de ingenieros, de
técnicos no está bajo el mando de Roosevelt, sino bajo el
mando de propietarios privados: toda esta gente, sin
excepción, trabaja para propietarios privados. Tampoco nos
debemos olvidar de la función del Estado en el mundo burgués.
El Estado es una institución que organiza la defensa del país
y mantiene el "orden"; es una máquina para la recaudación de
impuestos. El Estado capitalista no tiene mucho que ver con la
economía en el sentido propio de la palabra; esta no se
encuentra en manos del Estado. Al contrario, el Estado está en
manos de la economía capitalista. Justamente por eso, Roosevelt, a pesar de toda su energía, me temo que no logrará
el fin señalado por Ud., siempre suponiendo que esté,
efectivamente, persiguiendo tal fin. Tal vez sea posible,
dentro de algunas generaciones, aproximarse un poco más a esa
meta; personalmente, sin embargo, creo que ni siquiera eso es
muy probable.
Wells: Quizá esté yo más convencido de una interpretación
económica de la política que Ud. Los inventos y la ciencia
moderna han producido poderosas fuerzas que impulsan hacia una
mejor organización, un mejor funcionamiento de la sociedad, es
decir, al socialismo. Organización y regulación de la
actividad individual se han convertido, por encima de toda
teoría social, en necesidades mecánicas. Si empezamos por el
control estatal de los bancos, y, en un segundo paso,
ampliamos el control hasta incluir la industria pesada, luego
la industria entera, el comercio, etc., entonces este control,
que lo abarca todo, equivaldrá a la propiedad estatal de todas
las ramas de la economía nacional. Este será el proceso de
socialización. Socialismo e individualismo no son contrarios
como blanco y negro. Hay muchas gradaciones. Existe un
individualismo que raya en el bandolerismo, y existen una
disciplina y una organización, que son equivalentes al
socialismo. La introducción de la economía planificada
depende, en gran parte, de los organizadores de la economía,
de la inteligencia técnica bien formada, que poco a poco puede
ser ganada para los principios de organización socialista.
Esto es lo que importa. Pues organización viene antes que
socialismo. Es el factor más importantes. Sin organización, la
idea del socialismo queda siendo una simple idea.
Stalin: Entre el individuo y el colectivo, entre los intereses
del individuo y los de la comunidad, no existen antagonismos
incompatibles, o por lo menos no deberían de existir. No
deberían de existir, ya que el colectivismo, el socialismo no
niega los intereses individuales, sino que, al contrario, los
une con los intereses del colectivo. El socialismo no puede
separarse de los intereses individuales. Sólo la sociedad
socialista puede satisfacer al máximo estos intereses
personales. Más aún: sólo la sociedad socialista puede
intervenir con decisión a favor de los intereses del
individuo. En este sentido, no existen antagonismos
incompatibles entre "individualismo" y socialismo. Pero
¿podemos negar los antagonismos entre las clases, entre la
clase poseedora, la clase de los capitalistas; y la clase
trabajadora, el proletariado? De un lado tenemos la clase
poseedora, a la cual le pertenecen los bancos, las fábricas,
las minas, los medios de transporte, las plantaciones en las
colonias. Esa gente no ve más que su propio interés: quiere
lucros. No se somete a la voluntad del colectivo; intenta
subordinar todo lo colectivo a su voluntad. Por otro lado,
tenemos a la clase de los pobres, la clase explotada, a la
cual no le pertenecen ni fábricas, ni empresas, ni bancos,
que, para poder vivir, está forzada a vender su fuerza de
trabajo a los capitalistas, y que carece de la posibilidad de
satisfacer sus necesidades más elementales. ¿Cómo armonizar
intereses y aspiraciones tan contrarios? A mi parecer, Roosevelt no logró encontrar el camino hacia la reconciliación
de estos intereses. Eso es también imposible, como lo
demuestra la experiencia. Por supuesto Ud. conoce la situación
en los Estados Unidos mejor que yo, pues nunca he estado allí
y me informo acerca de las condiciones americanas,
principalmente por medio de la literatura. Pero tengo alguna
experiencia en la lucha por el socialismo, y esta experiencia
me dice, que Roosevelt, si realmente tratara de servir a los
intereses de la clase obrera a costa de la clase capitalista,
será substituido, de parte de esa clase capitalista, por otro
presidente. Los capitalistas dirán: los presidentes van y
vienen, mas nosotros no nos vamos, si tal o cual presidente no
representa nuestros intereses, nos buscaremos otros. ¿Qué
puede, a fin de cuentas, oponer el presidente a la voluntad de
la clase capitalista?
Wells: Me opongo a esa simplificada subdivisión de la
humanidad en pobres y ricos. Desde luego que existe una
categoría de gente, que sólo persigue afanosamente el lucro
propio. Pero ¿acaso no se le ve a esta gente como a una plaga,
en el oeste tanto como aquí? ¿No existe mucha gente en el
oeste, para la cual el beneficio no es ninguna meta en sí, que
dispone de ciertos medios financieros, que quiere invertir y
costear el sustento de estas inversiones, sin que vean en esto
su meta principal? Ven en las inversiones una necesidad
desagradable. ¿Acaso no existen muchos ingenieros capaces, que
cumplen con su deber, organizadores de la economía, que
encuentran el acicate para su actividad en otra cosa que no
sea el lucro? A mi parecer existe una clase numéricamente
fuerte de gente capacitada, que admite que el sistema actual
es insatisfactorio, y que jugará un papel importante aún en la
sociedad capitalista del futuro. Durante los últimos años he
pugnado mucho, he pensado mucho acerca de la necesidad de
hacer propaganda por el socialismo y el cosmopolitismo en
amplios círculos de los ingenieros, los pilotos, los empleados
técnico-militares. Carece de sentido querer acercarse a esos
círculos con una propaganda de una simple lucha de clases. Esa
gente comprende, en qué estado se encuentra el mundo.
Comprende que es un maldito caos, pero el simple antagonismo
de la lucha de clases de Ud., lo toma como algo disparatado.
Stalin: Ud. se contrapone a la subdivisión simplificada de la
humanidad en pobres y ricos. Naturalmente, existe una capa
media; existe la inteligencia técnica a la que se refirió, y
existen personas muy buenas y muy honestas en ella. También
existen, en ella, personas deshonestas y malas. Generalmente
Ud. encuentra aquí todo tipo de gente. Pero antes que nada la
humanidad se divide en pobres y ricos, en poseedores y
explotados, y apartar la vista de esta división fundamental,
significa apartar la vista del hecho fundamental. Yo no niego
la existencia de capas medias, intermedias, que se puedan
poner del lado de una, o de otra de las dos clases
combatientes, o que se mantengan en una posición neutral en
esta lucha. Pero repito, apartar la vista de esta división
fundamental de la sociedad, o de la lucha fundamental entre
las dos clases principales significa cerrar los ojos ante los
hechos. Esta lucha se está librando y se seguirá librando.
Cómo termine la lucha, depende del proletariado, de la clase
obrera.
Wells: Pero ¿no existe mucha gente, que no es pobre, y sin
embargo trabaja, trabaja productivamente?
Stalin: Naturalmente que hay pequeños propietarios de tierra,
artesanos, pequeños comerciantes; pero el destino de un país
no depende de esa gente, sino de las masas trabajadoras que
producen todo aquello que la sociedad necesita.
Wells: Pero tendrá que reconocer que existen géneros de
capitalistas que difieren mucho entre sí. Hay capitalistas que
sólo piensan en el lucro, sólo piensan en hacerse ricos; pero
también hay quienes están dispuestos a hacer sacrificios. Tome
por ejemplo al viejo Morgan. Sólo pensaba en el lucro; era
sencillamente un parásito de la sociedad; sólo acumulaba
posesiones. Pero tome a Rockefeller. Era un organizador
brillante; ha demostrado de manera ejemplar cómo se debe
organizar la explotación del petróleo. O tome a Ford.
Desde
luego que Ford busca el beneficio propio. ¿Pero no es también
un organizador apasionado de la racionalización en la
producción, del cual Ud. aprende? Quiero señalar que en los
últimos tiempos se ha producido un cambio importante en la
actitud de los países de habla inglesa con respecto a la URSS.
La causa de esto hay que buscarla en la posición de Japón y en
los acontecimientos en Alemania. Pero al lado de eso existen
otras razones que no tiene su origen en la política
internacional. Existe una causa más profunda, y está,
justamente, en que mucha gente se va dando cuenta de que el
sistema basado en el lucro privado se está derrumbando. Bajo
estas circunstancias me parece que no debemos poner el
antagonismo entre ambos mundos en primer plano, sino que nos
deberíamos esforzar por unificar todas las corrientes
constructivas, todas las fuerzas constructivas, en la medida
de lo posible, en una línea. Tengo la impresión, de que mi
posición es más izquierdista que la suya, Sr. Stalin, creo que
el viejo sistema está más cercano a su fin de lo que Ud. cree.
Stalin: Al hablar de capitalistas, que sólo buscan el lucro,
sólo buscan la riqueza, no estoy queriendo decir que esa gente
no tenga ningún valor y que no sirva para nada más. Muchos de
ellos disponen, sin duda, de grandes capacidades
organizativas, que no pretendería negar ni soñando. No es poco
lo que los hombres de la Unión Soviética aprendemos de los
capitalistas. Y Morgan, al cual caracteriza de modo tan
desventajoso, fue indudablemente, un organizador bueno ya
capaz. Pero si habla de gente resuelta a crear un mundo nuevo,
por cierto que no la encontrará en las filas de aquellos que
sirven fielmente a la causa del lucro. Nosotros y ellos
estamos en dos polos opuestos. Ud. ha mencionado a Ford. Desde
luego que es un organizador capaz de la producción. ¿Pero no
conoce su actitud para con la clase obrera? ¿No sabe a cuántos
obreros lanza a la calle? El capitalista está encadenado al
lucro, y ningún poder del mundo lo puede arrancar de allí. El
capitalismo no es eliminado por los organizadores de la
producción, por la inteligencia técnica, sino por la clase
obrera, porque las capas que mencionamos no tienen un papel
autónomo. El ingeniero, el organizador de la producción, no
trabaja como él quiere, sino como debe, trabaja de una manera
que sirve a los intereses de su patrón. Desde luego que hay
excepciones; hay hombres en esa capa que han despertado del
delirio capitalista. En determinadas condiciones, la
inteligencia técnica puede lograr milagros y prestar grandes
servicios a la humanidad. Pero también puede causar grandes
daños. No es poca la experiencia que tenemos los hombres de la
Unión Soviética con la inteligencia técnica. Después de la
Revolución de Octubre, una determinada parte de la
inteligencia técnica se negó a colaborar en la construcción de
la nueva sociedad; se resistía a este trabajo de construcción
y lo saboteaba. Hicimos todo lo que pudimos para integrar a la
intelectualidad técnica a este trabajo constructivo; lo
intentamos de una manera y de otra. Pasó mucho tiempo antes de
que nuestros intelectuales preparados se encontraran
dispuestos a apoyar el nuevo sistema activamente. Hoy, lo
mejor de esta intelectualidad técnica está en la línea más
avanzada de aquellos que construyen la sociedad socialista.
Partiendo de estas experiencias, estamos muy lejos de
subestimar tanto los buenos como los malos lados de esta
intelectualidad; sabemos que, de un lado, puede causa daño,
del otro, puede lograr "milagros". Naturalmente, las cosas
serían diferentes, si fuese posible arrancar a la
intelectualidad, de un solo golpe, del mundo capitalista. Pero
eso es utópico.
¿Hay entre la intelectualidad técnica, muchos
que osarían romper con el mundo burgués e intervenir a favor
de la edificación de una nueva sociedad? ¿Cree Ud. que haya
mucha gente de ese tipo, digamos, en Inglaterra o en Francia?
No, son sólo pocos, los que estarían dispuestos a separarse de
sus patronos y empezar con la construcción de un nuevo mundo.
Además, ¿podemos ignorar el hecho que, para cambiar el mundo,
se tiene que estar en posesión del poder político? Me parece,
Sr. Wells, que subestima mucho la cuestión del poder político,
que esta pregunta, en su concepción, no está considerada en
absoluto. ¿Qué puede hacer esa gente, aún con las mejores
intenciones del mundo, si no está en condiciones de plantearse
la pregunta del poder, y no está, ella misma, en posesión del
poder? En el mejor de los casos, puede apoyar a la clase que
tome el poder, pero no puede cambiar el mundo por su propia
fuerza. Eso sólo lo puede hacer una clase mayoritaria, que se
pone en el lugar de la clase capitalista, y se convierte, en
vez de ésta, en dirigente. Esta clase, es la clase obrera.
Desde luego que hay que aceptar la ayuda de la intelectualidad
técnica; y, en sentido inverso, hay que ayudarle a ella. Pero
no se debe creer, que la intelectualidad técnica fuese capaz
de jugar un papel histórico autónomo. La transformación del
mundo es un proceso grande, complicado y penoso. Esta gran
tarea exige una gran clase. Sólo grandes barcos emprenden
largos viajes.
... continuará en la próxima entrega de este boletín
|
|
|
El...
|
7 de noviembre de
1913 nace el escritor francés Albert Camus, Premio
Nobel de Literatura 1957. Sus obras son claras
representaciones del clima existencialista, y tratan sobre
el sentimiento de absurdo acerca del destino humano. El
extranjero (1942), Los justos (1949) y La
peste (1947) son algunas de sus obras.
|
8 de noviembre de
1674 muere John Milton, poeta y novelista inglés.
|
11 de noviembre de 1928 nace el escritor mexicano,
Carlos
Fuentes, Premio Cervantes en 1987. Integrante de la
generación del boom, está considerado como uno de los
principales exponentes de la narrativa mexicana
contemporánea. Algunas de sus obras son La región más
transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962) y
Cambio de Piel (1967).
De él
citaremos algunas opiniones sobre la escritura y sobre la
literatura latinoamericana:
"Todos los que escriben una novela saben que deben
atravesar el problema proustiano de saber de algún modo lo
que van a escribir, y al mismo tiempo sentirse
sorprendidos de lo que se sale en realidad. Proust
sólo escribía cuando había vivido lo que iba a escribir, y
sin embargo debía escribir como si no supiera nada de
eso... y eso es algo extraordinario. En cierto modo todos
estamos embarcados en la misma aventura: la de saber lo
que vamos a decir, tener el control sobre el material,
conservando al mismo tiempo ese margen de libertad que es
descubrimiento, sorpresa y un prerrequisito de la
libertad del lector."
"Uno de los factores culturales básicos de Latinoamérica
es que es una rama excéntrica de la cultura occidental. Es
occidental y no lo es. De modo que sentimos que tenemos
que conocer la cultura de Occidente mejor que un francés o
un inglés, y que al mismo tiempo debemos conocer nuestra
propia cultura. (...) Nosotros tenemos que conocer a
Quetzacoatl y a Descartes. Ellos creen que con Descartes
basta. Así, para Europa, Latinoamérica es un recordatorio
constante de su obligación de universalidad. Por lo tanto,
un escritor como Borges es típicamente latinoamericano.
El hecho de que sea tan europeo sólo indica que es
argentino."
"... no creo que la literatura pueda contentarse con ser
una máscara o un espejo de la realidad. Creo que la
literatura crea la realidad o no es literatura".
"A
los 50, descubro que hay una larga fila de personajes y
formas que exigen palabras y esperan junto a mi ventana.
Me gustaría poder capturarlos a todos, pero no me
alcanzará el tiempo (...) Cuando ya ha pasado la mitad de
la vida, creo que uno debe ver el rostro de la muerte
para poder empezar a escribir seriamente. Hay gente
que ve el fin rápidamente, como Rimbaud. Cuando uno
empieza a verlo, siente que debe rescatar esas cosas. La
muerte es el gran Mecenas, la muerte es el gran ángel
de la escritura. Uno debe escribir porque no va a
vivir más.
|
12 de noviembre de
1648 nació
Sor Juana Inés de la Cruz,
poetisa y religiosa mexicana, muy citada por el género
femenino a causa de sus famosas "Redondillas", que
comienzan:
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
|
13 de noviembre de
1850 nace
Louis Robert Stevenson,
novelista escocés, autor de las célebres novelas
El extraño caso del Dr. Jeckyll y
Mr. Hyde y
La isla del tesoro.
|
14 de noviembre de
1910 muere
León Tolstoi, novelista
ruso. En 1968 muere Ramón Menéndez Pidal, filólogo e
historiador español. Fue, además, poeta, narrador y
ensayista.
|
16 de noviembre de
1922 nace José Saramago, escritor portugués.
|
17 de noviembre de
1895 muere el escritor francés,
Alejandro Dumas (h),
autor del teatro de inspiración social.
La dama de las camelias
(de 1848) fue su gran éxito.
|
22 de noviembre de
1916 se suicidó
Jack London. Su
primer gran éxito lo había publicado en 1903: El
llamado de la selva. Su medio centenar de obras fueron
traducidas a todos los idiomas del mundo y más tarde se
convirtieron en películas.
|
25 de noviembre de
1562 nace el escritor español
Félix Lope de Vega,
dramaturgo y poeta, autor de
Fuenteovejuna.
|
26 de noviembre de
1912 nace el dramaturgo francés de origen rumano Eugene
Ionesco, el máximo representante del teatro del
absurdo. Entre sus obras, se destacan La cantante
calva (1950), El rey se muere (1962)
y La sed y el hambre (1964).
|
30 de noviembre de
1835 nace Samuel Clemens ("Mark
Twain"), escritor estadounidense, autor de dos
textos fundantes de la literatura norteamericana:
Las aventuras de Tom Sawyer
y Huckleberry Finn. Muere, en 1900,
Oscar Wilde, escritor
irlandés.
¿Desea recordarnos alguna fecha relacionada con el mundo
literario? Puede hacerlo escribiendo a [email protected].
|
|
|
Para
conocer nuestros kioscos digitales: http://www.librosenred.com/explicacionkiosco.asp
Para enterarse de cómo publicar su obra en papel
y difundirla en LibrosEnRed y en muchos otros sitios,
incluyendo
Amazon
y Barnes &
Noble: www.librosenred.com/pod.asp
Para
conocer nuestros servicios para escritores: http://www.librosenred.com/servicios.asp
Para conocer a nuestros autores
http://www.librosenred.com/autores.asp
|
|
|
Este
mail lo reciben aquellos que se han suscrito al
Club
de Lectores de
LibrosEnRed
o que han solicitado el envío ingresando su dirección
de correo electrónico en nuestro sitio. LibrosEnRed solo envía correos que hayan sido previamente
solicitados. No comercializa bajo ningún concepto datos
de nuestros suscriptores y clientes. Cliquee en
política
de privacidad para
saber más acerca de los aspectos legales de nuestra empresa.
Si usted no desea recibir este boletín
o quiere cambiar los datos con los que se suscribió,
siga las siguientes instrucciones:
-
Para desuscribirse del boletín,
haga
clic aquí
-
Para cambiar los datos de su
suscripción a nuestro Club de Lectores, haga
clic
aquí.
|
|
|
|
|